¡No dejes que el estrés te arruine la Navidad!

Por Leonardo David Gaser

La temporada navideña ya casi está aquí. Para muchos esta es la oportunidad perfecta para relajarse, alegrarse y celebrar en paz. Sin embargo, para otros esta temporada también involucra mucha planificación y preparación coordinando reuniones familiares, obteniendo obsequios para todos sus seres queridos, comprando y cocinando suficiente comida, además de pasando tiempo con personas con las que a veces no es fácil llevarse bien. La oportunidad de descansar de repente se convierte en una ocasión de estrés y ansiedad. A medida que estas emociones se combinan con la frustración de la oportunidad perdida de relajarse, la tentación de la pornografía puede volverse repentinamente mucho más fácil y atractiva de buscar como sustituto, a pesar de que ya se sepa lo deficiente que realmente es.

Durante la Navidad alguien puede sentirse tentado a aceptar un "regalo" del enemigo en lugar del obsequio de Jesucristo, nuestro Salvador. La atracción por ver pornografía puede estar presente incluso si una persona la odia y quiere deshacerse de ella. ¿Cómo es posible que coexistan estas dos realidades opuestas? Para comprender por qué el impulso de ver pornografía está presente a pesar de nuestros mejores esfuerzos y convicciones, debemos analizar cómo funciona nuestro sistema nervioso.

La compulsión en nuestras cabezas

Nuestros cerebros son maravillosas piezas de hardware con un software muy adaptable. En su mayoría están compuestos por células llamadas neuronas que ejecutan nuestra "programación". A medida que crecemos en la vida, estas neuronas aprenden a reaccionar ante situaciones específicas, conectando nuestros sentidos y emociones para crear experiencias y recuerdos poderosos, planos emocionales para guiar nuestras futuras acciones y reacciones.

Este mecanismo es muy útil en nuestra vida diaria. Sin embargo, a veces estos planos son corrompidos. En el caso del consumo compulsivo de pornografía (es decir, cuando se siente la fuerte atracción por la pornografía sin poder controlarla), esto es exactamente lo que ha sucedido: el cerebro de la persona ha sido “reprogramado” para buscar la pornografía como una forma de obtener alivio emocional, incluso si la persona sabe lógicamente que, en realidad, ver pornografía no satisface realmente y solo acaba empeorando las cosas. Un entorno estresante solo hace que sea más difícil controlar estos impulsos.

¿Qué hacer al respecto?

Afortunadamente, podemos tomar algunas medidas para controlar los niveles de estrés y así evitar hacernos más vulnerables a la tentación de la pornografía.

1. Asegúrate de dormir lo necesario. Dormir es bastante fácil en sí, sin embargo las tareas más simples generalmente terminan siendo las más difíciles de realizar porque también son fáciles de no hacer. Es fácil quedarse despierto hasta tarde mirando una película, jugando videojuegos o navegando por las redes sociales, perdiendo la noción del tiempo en detrimento del sueño. Hacer del sueño una prioridad contribuirá en gran medida a controlar el estrés y, como resultado, a evitar que la tentación de la pornografía te domine cuando te sientas vulnerable.
2. Evita llenarte de comida poco saludable. La Navidad no es el momento adecuado para el ayuno, pero eso no significa que tengas que descuidar de tu salud: podemos encontrar un medio para ambos extremos. Comer demasiado azúcar y beber demasiado alcohol puede tener efectos adversos en tu bienestar y tu fortaleza mental, una receta para el desastre para aquellos que luchan con la compulsión por la pornografía. Tener algo de comida saludable en la mesa junto con las variantes menos saludables puede ayudar a equilibrar la balanza, al igual que beber con moderación. ¡Alégrate, pero no a costa de tu salud física, mental y espiritual!
3. Planifica tiempo de calidad para estar con gente placentera y realizar actividades que disfrutes. Es fácil perderse en los preparativos y no hacer nada por uno mismo. ¡Cuidar de uno mismo no es lo mismo que ser egoísta! Juega juegos de mesa, sal a caminar, construye un muñeco de nieve, ve una película con otros, reza o ve a misa con tus seres queridos... Más que nada, trata de ver todos los regalos que Dios te ha dado y reconoce que Él te ama. Permite que el agradecimiento nazca en tu corazón. La gratitud es un escudo muy fuerte contra la tentación del porno.

Verdadera libertad

Las compulsiones son difíciles de manejar, ya que son respuestas emocionales automáticas poderosas que no tenemos completamente bajo control. Si bien controlar nuestro entorno puede ser útil hasta cierto punto, la verdadera libertad solo se encuentra al permitir que la gracia de Dios sane nuestras heridas: el plano emocional que nos está guiando a un comportamiento lujurioso debe ser redimido. No es suficiente simplemente decir "no", como si presionar un botón reiniciara la computadora y todo volviera a funcionar normalmente. El cerebro necesita ser reconfigurado y nuestra alma necesita aceptar la paz que Dios nos ofrece.

Freedom Coaching es una oportunidad para hacer exactamente eso: permitir que Dios, por Su gracia y poder, transforme tu mente, cuerpo, alma y visión, junto con un entrenador que te acompaña a través del éxodo de la esclavitud. Si estás luchando personalmente con este desafío, o si conoces a alguien que esté luchando, considera regalarte (o regalarle) el obsequio de esta posibilidad. ¡La libertad es posible, dale una oportunidad!

Leonardo David Gaser es miembro del equipo de Freedom Coaching. Originario de Argentina, actualmente reside en Eslovaquia con su amada esposa. Puedes obtener más información sobre él y el trabajo que está haciendo en Freedom-coaching.net.